Josefa Dolores Rosales Bernal

Fritada de cabrito
Jiménez
Región Norte

La fritada de cabrito se prepara con la sangre, el hígado, el riñón y el corazón. Todo eso lleva la fritada. Primero se corta el cabrito y se pone a dorar. Cuando está dorado se le agregan los condimentos. Se usa la sangre del cabrito, y lleva chile cascabel, comino, ajo, orégano y mejorana, una pizca nada más para darle sabor.

Yo allá en mi casa lo doro en partes, la carnita aparte, el hueso aparte, las tripitas aparte, y luego se junta todo en una olla grande y se guisa, en aceite. La salsa se licúa y se echa cuando está dorada la carne. El platillo a veces uno lo acompaña con arroz y frijolitos.

El secreto del cabrito es que no coma hierba, que no salga al campo, que nomás tomé leche. Ese es el verdadero cabrito. El que come hierba ya tiene otro sabor.

Cuando me casé mis suegros tenían chivas y mi suegra, Trinidad Zúñiga, me enseñó a preparar el cabrito. Mi suegro lo sacrificaba. Yo también sé matarlo, pero a veces me da lástima, y mejor no; ya nomás lo preparo cuando está muerto. Pero sí se matarlo y pelar un cabrito, y hacer todo el proceso. Sí lo puedo hacer, pero no me gusta. Se le corta la yugular para que se desangre, y la sangre se guarda. Aquí mi hijo o mi yerno matan el cabrito. Lo compramos porque no tenemos chivas. La fritada nomás la preparo para la casa. Yo me dedico al hogar.

La gente dice que guiso sabroso. Hace como cuatro años hubo un concurso de fritada aquí en Jiménez y me gané el primer lugar. Y se ha seguido haciendo. El año pasado no lo pudimos hacer debido a la pandemia.