María del Pilar Morales Sánchez

Tortitas de papa
Arteaga
Región Sureste

Soy cocinera tradicional del pueblo mágico de Arteaga. Nuestro papel como cocineras tradicionales es seguir con la comida que nos transmitieron nuestras abuelas, nuestras tías, nuestras suegras, nuestras amigas. Todo es un constante poner en práctica las recetas que se usan aquí en las comunidades. 

Voy a preparar una receta sencilla, económica y muy nutritiva. Les voy a dar una receta de papa, que es representativa de Coahuila, y sobre todo de Arteaga.

La papa se pone a cocer en sal. Ya cocida se machaca y se hace tipo un puré con sal. Se le pone queso, se hacen las tortitas del tamaño que ustedes quieran y se bate huevo a punto de turrón, que es el nombre que nosotros le damos. En aceite se fríe, se capea como los chiles rellenos y es todo. Se acompaña de una ensalada, salsa de tomate y su arroz. Es un platillo nutritivo, económico y fácil. 

Aprendí a cocinar en la práctica, en las casas. Y sobre todo, anteriormente le teníamos que ayudar a nuestra mamá. Yo soy la más grande de ocho hijos, soy lamayor. Y mi mamá entre que hacía una cosa, hacía otra, cuidaba a un niño. Y cuando era cuestión de cocina nosotros teníamos que estar ahí. Y así con la abuelita y con la tía.

De lo que yo me acuerdo, la primera cosa con la que estuve contacto para elaborar una comida, fue cuando era muy chica. Era un 6 de enero, día de los Reyes Magos. Un día antes se hacían buñuelos en la casa. Era una fiesta hacer esos buñuelos, porque no se hacía un kilito ni dos kilos, eran muchos. Nos pusieron a extender los buñuelos, se hacían las tortillitas y las extendíamos. Fue el primer contacto que tuve con la cocina, después vinieron muchas cosas más, como hacer tamales, que se mataba un puerco en la casa. Esa fue la escuela al menos para mi.

Yo soy de Torreón, y lo mejor que me pudo haber pasado fue venirme a vivir a Arteaga. Ya tengo 18 años viviendo acá y es un encanto vivir en Arteaga. Cuando era joven los domingos se me hacían los más aburridos de la semana. Diosito me dijo: “Ya no te vas a aburrir”. Así que solo abro los domingos.